viernes, 3 de julio de 2015

CAPÍTULO 5.



Tras un maratón de ‘pelis’ Rubén y Jeny se quedaron dormidos.
A la mañana siguiente, cuando Jeny despertó, encontró una nota en la mesa del salón:
“Buenos días,
Siento haberme quedado a dormir, y haberme ido sin despedirme, tenía algo importante que hacer… es una sorpresa.
Llámame cuando leas esto.”
Jeny miró la hora.Las 14:15.Anoche se había dormido muy tarde…
-Hola, ¿dormiste bien?
-Sí, algo incómodo, tu sofá era muy pequeño para los dos –comenta Rubén entre risas.
-Voy a comer a casa de una amigo, si quieres venir estás invitada.
-Ay, qué vergüenza…
-De eso nada mujer, es mi mejor amigo, te encantará; además se le da genial cocinar – ríe.
-Vale…
-En quince minutos te recojo.
Hacía mucho calor así que Jeny se puso un vestido de rayas blanco y azul y unas sandalias negras.Tenía un gran escote.
Jeny se subió al coche.
-Hola – dijo sonriendo.
-Hola, estás muy guapa.
-¿Es lejos?
-No, está a 15 min.
Al llegar, me presenta a sus dos amigos.
-Bueno Jeny, estos son Miguel Ángel y Abraham.
-Encantado- dice Miguel Ángel – pero prefiero que me llames Mangel, me conocen más por ese nombre.
-¿Por qué? – pregunta Jeny.
-Por mi canal de Youtube.
-Y a mí, llámame Cheeto por favor, es por el mismo motivo.
-Pues deja que te diga que tienes un nombre muy bonito – dice Jeny.
-Se me hace raro que me llamen por mi nombre real, ya estoy acostumbrado a ese apodo.
-Rubius, ¿tienes hambre? – pregunta Mangel.
-¿Cómo que Rubius? – comenta Jeny.
-Bueno, ese es mi apodo – se ríe- nosotros no solemos llamarnos por nuestros nombres reales – explica.-Pero tú puedes llamarme Rubén si quieres – dice sonriendo.
Mangel y Cheeto le cuentan a Jeny un montón de anécdotas divertidas mientras almuerzan.Todos ríen.
Jeny se queda mirando a Rubén durante un momento y piensa:
<<Me gusta mucho verlo reír.Es encantador.>>
-¿Ocurre algo? –Rubén interrumpe sus pensamientos.
-No, nada – sonríe- por cierto, ¿quién ha cocinado esta maravilla? – se dirige a Mangel y Cheeto.
-Te aseguro que yo no he sido - dice Mangel riéndose.
-Pues claro que no has sido tú… eres un desastre – dice Cheeto – he sido yo, cocino mejor que esos de Masterchef.

Todos ríen.
Tras la comida, Jeny y Rubén se despiden y regresan a casa.

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