- Solo fue un beso, Jeny – dice Stephanie
mientras se bebía el chupito de un trago. –No vale la pena que te ralles.
-
Hay un morenazo de ojos castaños que no
deja de mirarte; mira <<disimuladamente>> a tu lado derecho –dice Jeny
mirando de reojo.
- Es mono –contesta Stephanie tras
observarlo descaradamente.
- ¿Mono? Está buenísimo.No tienes lo que
hay que tener para hablarle – la reta.
-
¿Que no qué?
De pronto Stephanie se gira hacia la
derecha y comienza a hablar con el chico.
-
- Hola, ¿qué tal? – le dedica una
sonrisa.- Me llamo Stephanya, pero mis amigos me llaman Stephanie; ¿y tú, cómo
te llamas?
- Hey, soy Jad.Encantado de conocerte.
Durante unos minutos mantienen una
charla entretenida, y Jad, invita a Jeny y a Stephanie a varias copas y acto
seguido, se dirigen a la pista de baile.
- ¿Ese de ahí no es Sergio? –pregunta Jeny.
- ¿Quién, el de verde?
- No, aquel que está bailando con esa
rubia.
- Ah, sí, es él.Supuestamente había tenido
un accidente con la moto y estaba en el hospital…
- Supuestamente –enfatiza Jeny.
<<Menudo imbécil.>> -
piensa.
- Jeny, te presento a mi amigo Dylan –
comenta Jad señalando a un rubio de ojos azulados.
- Encantada de conocerte.
- ¿Bailamos? – Dylan se dirige a Jeny.
- Por supuesto.
Stephanie y Jeny regresaron juntas al
piso de esta última a las 6 de la madrugada.Habían pasado una noche
increíblemente divertida con dos chicos súper majos y …
<<buenorros>>.
***
13:17 pm.
- Buenos días, ¿llevas mucho rato
despierta? – pregunta Stephanie mientras se dirige a la cocina, donde se
encuentra Jeny.
- La verdad es que no, hace unos veinte
minutos me desperté porque el vecino de arriba estaba haciendo mucho
ruido.Reformas, creo.
- Uffff, hay que ver, vaya caras tenemos.
- ¿Te quedaste con el número de Jad? –
Jeny la mira con interés.
- ¿Y tú con el de Dylan?
Ambas ríen.
A pesar de estar totalmente agotadas,
salen a comer a un Mc Donald’s y pasan toda la tarde de compras.
Cuando regresan de nuevo al piso de
Jeny, ella encuentra su teléfono sonando.
- Qué raro que te dejes el móvil en casa…
- Eso suena a ironía.
- ¿Ironía? ¿Qué diceeeeeees?.Anda, calla y coge ya el móvil que no
para de sonar.
- Ya vooooy – contesta Jeny mientras
responde a la llamada.
- ¿Sí?
- Hola, me tenías preocupado, llevo todo
el día llamándote.
- Ah, hola Rubén… he salido y me dejé el
móvil en casa.
- Bueno, quería saber si te apetece quedar
conmigo mañana para ir a las afueras de Madrid.El caso es que mañana es el
cumpleaños de Mangel y estamos preparándole una fiesta sorpresa.Tú le has caído
bien a Mangel y por eso quiero que vengas. ¿Podrás?
- Ehhh, no estoy segura – responde Jeny.
Stephanie de pronto le hace un gesto de
desaprobación y le susurra: ‘dile que sí, queda con él, mujer’.
- Oh, qué pena, tenía muchas ganas
- Aunque bueno, creo que puedo cambiar mis
planes – lo interrumpe ella.
- Sería fantástico que pudieras venir.
- Iré.
- Perfecto, a las 12:00 debes estar lista.
- Vale, hasta mañana – cuelga.
- ¿Qué te ha dicho? – inquiere Stephanie
emocionada.
- Me ha invitado a la fiesta del
cumpleaños de su mejor amigo.
- Te quiere presentar a más amigos suyos;
ahora si tienes motivos para pensar que le gustas…
- ¿Acaso el beso no fue un buen motivo
para pensarlo? – pregunta Jeny con un tono de predilección.