viernes, 17 de julio de 2015

CAPÍTULO 7.



-      Solo fue un beso, Jeny – dice Stephanie mientras se bebía el chupito de un trago. –No vale la pena que te ralles.
-      Hay un morenazo de ojos castaños que no deja de mirarte; mira <<disimuladamente>> a tu lado derecho –dice Jeny mirando de reojo.
-     Es mono –contesta Stephanie tras observarlo descaradamente.
-     ¿Mono? Está buenísimo.No tienes lo que hay que tener para hablarle – la reta.
-      ¿Que no qué? 

De pronto Stephanie se gira hacia la derecha y comienza a hablar con el chico.
-     
-  Hola, ¿qué tal? – le dedica una sonrisa.- Me llamo Stephanya, pero mis amigos me llaman Stephanie; ¿y tú, cómo te llamas?
-      Hey, soy Jad.Encantado de conocerte.

Durante unos minutos mantienen una charla entretenida, y Jad, invita a Jeny y a Stephanie a varias copas y acto seguido, se dirigen a la pista de baile.
-      ¿Ese de ahí no es Sergio? –pregunta Jeny.
-      ¿Quién, el de verde?
-      No, aquel que está bailando con esa rubia.
-      Ah, sí, es él.Supuestamente había tenido un accidente con la moto y estaba en el hospital…
-      Supuestamente –enfatiza Jeny.
<<Menudo imbécil.>> - piensa.

-      Jeny, te presento a mi amigo Dylan – comenta Jad señalando a un rubio de ojos azulados.
-      Encantada de conocerte.
-      ¿Bailamos? – Dylan se dirige a Jeny.
-      Por supuesto.

Stephanie y Jeny regresaron juntas al piso de esta última a las 6 de la madrugada.Habían pasado una noche increíblemente divertida con dos chicos súper majos y … <<buenorros>>.

***
13:17 pm.

-      Buenos días, ¿llevas mucho rato despierta? – pregunta Stephanie mientras se dirige a la cocina, donde se encuentra Jeny.
-      La verdad es que no, hace unos veinte minutos me desperté porque el vecino de arriba estaba haciendo mucho ruido.Reformas, creo.
-      Uffff, hay que ver, vaya caras tenemos.
-      ¿Te quedaste con el número de Jad? – Jeny la mira con interés.
-      ¿Y tú con el de Dylan?

Ambas ríen.
A pesar de estar totalmente agotadas, salen a comer a un Mc Donald’s y pasan toda la tarde de compras.

Cuando regresan de nuevo al piso de Jeny, ella encuentra su teléfono sonando.
-      Qué raro que te dejes el móvil en casa…
-      Eso suena a ironía.
-      ¿Ironía? ¿Qué diceeeeeees?.Anda, calla y coge ya el móvil que no para de sonar.
-      Ya vooooy – contesta Jeny mientras responde a la llamada.
-      ¿Sí?
-      Hola, me tenías preocupado, llevo todo el día llamándote.
-      Ah, hola Rubén… he salido y me dejé el móvil en casa.
-      Bueno, quería saber si te apetece quedar conmigo mañana para ir a las afueras de Madrid.El caso es que mañana es el cumpleaños de Mangel y estamos preparándole una fiesta sorpresa.Tú le has caído bien a Mangel y por eso quiero que vengas. ¿Podrás?
-      Ehhh, no estoy segura – responde Jeny.
Stephanie de pronto le hace un gesto de desaprobación y le susurra: ‘dile que sí, queda con él, mujer’.
-      Oh, qué pena, tenía muchas ganas
-      Aunque bueno, creo que puedo cambiar mis planes – lo interrumpe ella.
-      Sería fantástico que pudieras venir.
-      Iré.
-      Perfecto, a las 12:00 debes estar lista.
-      Vale, hasta mañana – cuelga.
-      ¿Qué te ha dicho? – inquiere Stephanie emocionada.
-      Me ha invitado a la fiesta del cumpleaños de su mejor amigo.
-      Te quiere presentar a más amigos suyos; ahora si tienes motivos para pensar que le gustas…
-      ¿Acaso el beso no fue un buen motivo para pensarlo? – pregunta Jeny con un tono de predilección.

jueves, 16 de julio de 2015

CAPÍTULO 6.



A la noche, Rubén fue al piso de Jeny.
-Bueno, ¿lista para la sorpresa?
-Sí, claro.
-Pues pon Antena 3.En un rato la verás.
-¿Es que sales en la tv? – pregunta asombrada ella.
-Ya verás.
-¿Quieres palomitas?
-Claro – asiente con la cabeza.
Jeny hizo palomitas y trajo unas cervezas frías y las puso en la mesita del salón.
-Corre, corre que empieza – dice Rubén.
Ambos vieron cómo empezó una entrevista entre Rubén y Risto Mejide en un programa llamado ‘El rincón de pensar’.Jeny escuchó cada palabra atentamente aprendiendo cada vez más sobre su nuevo vecino hasta un determinado momento en el que la entrevista se puso emotiva.De pronto, Rubén había comenzado a llorar en la televisión tras contar una mala experiencia que había vivido a causa de la fama y que se había prolongado durante un año.
-¿Te encuentras bien? –preguntó ella al ver que los ojos de Rubén se comenzaban a llenar de lágrimas.
-Sí, solo que… - se llevó las manos a la cara.
-Ven aquí –Jeny lo abrazó.
***
Tras la entrevista, Rubén y Jeny comenzaron a hablar sobre sus respectivas vidas.
-Mis padres se separaron cuando yo era niña y hace años que perdí el contacto con mi padre y sinceramente… no quiero recuperarlo.
-Mis padres también se separaron, y mi madre, que es noruega, está con un español, El Padrino; aunque todo esto ya lo viste en la entrevista –explica él.
-Bueno… se hace tarde.
-Sí, es mejor que me vaya –dice mientras caminan hacia la puerta.
-Buenas noches Rubén.
-Buenas noches Jeny.
Pero ninguno de los dos hace nada; ni Rubén se va, ni Jeny se muestra incómoda.
-Ejem, ejem…
-A la mierda todo – dice él mientras acerca su cara a la de Jeny y la besa dulce y suavemente. – Ahora sí, buenas noches.
Y se va.

viernes, 3 de julio de 2015

CAPÍTULO 5.



Tras un maratón de ‘pelis’ Rubén y Jeny se quedaron dormidos.
A la mañana siguiente, cuando Jeny despertó, encontró una nota en la mesa del salón:
“Buenos días,
Siento haberme quedado a dormir, y haberme ido sin despedirme, tenía algo importante que hacer… es una sorpresa.
Llámame cuando leas esto.”
Jeny miró la hora.Las 14:15.Anoche se había dormido muy tarde…
-Hola, ¿dormiste bien?
-Sí, algo incómodo, tu sofá era muy pequeño para los dos –comenta Rubén entre risas.
-Voy a comer a casa de una amigo, si quieres venir estás invitada.
-Ay, qué vergüenza…
-De eso nada mujer, es mi mejor amigo, te encantará; además se le da genial cocinar – ríe.
-Vale…
-En quince minutos te recojo.
Hacía mucho calor así que Jeny se puso un vestido de rayas blanco y azul y unas sandalias negras.Tenía un gran escote.
Jeny se subió al coche.
-Hola – dijo sonriendo.
-Hola, estás muy guapa.
-¿Es lejos?
-No, está a 15 min.
Al llegar, me presenta a sus dos amigos.
-Bueno Jeny, estos son Miguel Ángel y Abraham.
-Encantado- dice Miguel Ángel – pero prefiero que me llames Mangel, me conocen más por ese nombre.
-¿Por qué? – pregunta Jeny.
-Por mi canal de Youtube.
-Y a mí, llámame Cheeto por favor, es por el mismo motivo.
-Pues deja que te diga que tienes un nombre muy bonito – dice Jeny.
-Se me hace raro que me llamen por mi nombre real, ya estoy acostumbrado a ese apodo.
-Rubius, ¿tienes hambre? – pregunta Mangel.
-¿Cómo que Rubius? – comenta Jeny.
-Bueno, ese es mi apodo – se ríe- nosotros no solemos llamarnos por nuestros nombres reales – explica.-Pero tú puedes llamarme Rubén si quieres – dice sonriendo.
Mangel y Cheeto le cuentan a Jeny un montón de anécdotas divertidas mientras almuerzan.Todos ríen.
Jeny se queda mirando a Rubén durante un momento y piensa:
<<Me gusta mucho verlo reír.Es encantador.>>
-¿Ocurre algo? –Rubén interrumpe sus pensamientos.
-No, nada – sonríe- por cierto, ¿quién ha cocinado esta maravilla? – se dirige a Mangel y Cheeto.
-Te aseguro que yo no he sido - dice Mangel riéndose.
-Pues claro que no has sido tú… eres un desastre – dice Cheeto – he sido yo, cocino mejor que esos de Masterchef.

Todos ríen.
Tras la comida, Jeny y Rubén se despiden y regresan a casa.